El Mercado de La Ribera tiene sus raíces en la carta fundacional de la Villa en 1300, donde se estableció el derecho de celebrar un mercado semanal en el mismo lugar donde se encuentra el moderno y majestuoso edificio en la actualidad.Inicialmente, el mercado se ubicaba en la primera plaza de la villa, cerca del antiguo puente de San Antón, y el recinto estaba cerrado por el edificio del consulado de Bilbao. Durante esa época, se introdujeron nuevas técnicas y materiales en Europa, y los mercados cubiertos se volvieron más comunes.
Como resultado, se construyó una estructura de hierro y cristal diseñada por Julio Saracibar, que constaba de tres naves. Esta construcción tuvo lugar en un momento en que Bilbao estaba experimentando una transformación y un rápido crecimiento. Para dar paso a estos cambios, se derribó el puente de San Antón y se reconstruyó detrás de la iglesia de San Antón, y la antigua casa consistorial también fue reconstruida en su ubicación actual.
En 1971, el Mercado de la Ribera dejó de ser el centro de abastecimiento para mayoristas de la zona y se convirtió en un mercado minorista más restringido, centrado en los clientes del Casco Viejo y Bilbao La Vieja. Con la disminución de su volumen de actividad, se temía por su continuidad. Además, en agosto de un año, sufrió graves daños debido a las inundaciones que asolaron Bizkaia, lo que brindó la oportunidad de llevar a cabo una profunda reforma durante su reconstrucción. Se implementaron cambios estructurales en los puestos, limitándolos con muros y se incorporaron servicios de agua y electricidad.
El 9 de diciembre de 2010 se inauguró la primera fase de la obra, añadiendo otros 3.000 m² de espacio ganado en el exterior, alrededor de 1.300 m² en San Antón y en la parte de Merced. La completa remodelación dotó al mercado de modernas instalaciones y amplias superficies acristaladas que permiten la entrada de luz natural al edificio. Además, se recuperó el antiguo camino de sirga.
Situado junto a la Ría de Bilbao, el Mercado de la Ribera se ha convertido en una referencia comercial para toda Bizkaia y uno de los edificios más emblemáticos de la villa. Desde sus inicios en el siglo XIV, ha contribuido a crear un importante entramado económico-social en sus alrededores, que ha experimentado numerosos cambios urbanísticos, pero siempre ha mantenido la esencia de un casco histórico.
En 1929, el arquitecto municipal diseñó el actual edificio del mercado, que se caracteriza por su enfoque funcional y monumental. Sin columnas interiores y con espacios abiertos para ventilar los olores, se logra una sorprendente iluminación natural y cenital que atraviesa los suelos hechos de materiales translúcidos. Este diseño sigue los criterios funcionales e higienistas de la época, al tiempo que conserva la estética geométrica característica de ese periodo.
En cuanto a su apariencia exterior, el mercado cuenta con una decoración Art Deco ecléctica. Combina vidrieras, elementos decorativos, celosías y florones para crear un edificio que resulta difícil de catalogar dentro de un estilo concreto, lo cual es característico de la arquitectura de Ispizua
En 1990, el Mercado de la Ribera fue reconocido por el Guinness como el mercado cubierto más grande de Europa y el mayor en términos de número de comerciantes y puestos, con sus 10.000 m² de superficie.
A mediados de 2009, comenzaron los trabajos de renovación para adaptar la estructura, los puestos y los servicios a los nuevos usos y costumbres del siglo XXI. En diciembre de 2010, se inauguró la primera fase de la renovación en el ala de San Antón, y en 2012, después de tres años de obras, se inauguró el actual mercado de la Ribera de Bilbao, que incluye, además de los tradicionales puestos de alimentación, una moderna zona de gastrobares.
El Mercado de la Ribera recibe anualmente cerca de 2,3 millones de personas, lo que lo convierte en uno de los principales referentes comerciales de la ciudad y uno de los edificios más emblemáticos y visitados de Bilbao, junto con el Museo Guggenheim, el Teatro Arriaga y el Azkuna Zentroa.